¿HA LLEGADO EL FIN DE LA REFORMA?

 

(Aqui esta presentado un artículo tomado de "The Lutheran Witness" (El Testimonio Luterano), Publicación oficial de la Iglesia Luterana-Sínodo de Missouri, septiembre de 1999, páginas 22-25. Traducido por María Russo de Lahoud; revisado por Marcos Kempff, Caracas, octubre de 1999. La Iglesia Luterana Sinodo de Missouri es una iglesia hermana del Sinodo Luterana de Mexico, a la cual pertenece la Iglesia Luterana Todos Santos de Guadalajara, Mexico.

Representantes del Vaticano y de muchos de los Luteranos del mundo están a punto de firmar una declaración sobre la doctrina de la justificación- uno de los asuntos centrales de la Reforma. ¿Significa esto que ellos ahora están de acuerdo sobre cómo somos justos ante Dios?

Por cerca de 500 años, el asunto sobre el cómo y con base a qué somos justos ante Dios, ha separado a los Católicos Romanos de los Luteranos (y de la mayoría de los Cristianos Protestantes). Pero han estado apareciendo historias en la prensa y en la televisión que manifiestan que esta división está a punto de terminar.

El fundamento de toda esta alharaca de los medios noticiosos es la firma programada para el mes próximo de la "Declaración Conjunta sobre la Doctrina de la Justificación". Los firmantes serán los representantes de la Federación Luterana Mundial (FLM) y el Vaticano.

No es accidental que ellos vayan a firmar el documento el 31 de Octubre,cuando se celebra en todo el mudo el "Día de la Reforma".

La mayoría de los cuerpos eclesiásticos Luteranos del mundo son miembros de la Federación Luterana Mundial, pero la FLM no le pidió a la Iglesia Luterana-Sínodo de Missouri que respondiera al documento. Aún así, sigue siendo un asunto de gran interés - y de gran preocupación.

El Rvdo. David Mahsman, director ejecutivo de "The Lutheran Witness", fue entrevistado acerca de esto por el Dr. Samuel H. Nafzger. El Dr. Nafzger es director ejecutivo de la Comisión de la Iglesia para la Teología y las Relaciones con otras Iglesias (Commission on Theology and Church Relations-CTCR), la cual ha preparado una guía para ayudar a estudiar la declaración. Nosotros quisimos saber lo que dice el documento realmente y sí este es un tiempo de alegrarse.

He aquí la versión editada de esta entrevista:

P: Tengo un artículo del St. Louis Post Dispatch que es un ejemplo de lo que la gente está viendo en los noticieros con respecto a la declaración conjunta sobre la justificación. Este informa, "Los miembros de la Federación Luterana Mundial y los Católicos Romanos concuerdan en que el perdón de sus pecados y la salvación les viene solamente por la gracia de Dios." Eso suena bastante bueno, ¿es esto cierto?

R: Si usted lee la afirmación inicial de la declaración, ésta suena bastante bien, y lo único que podemos hacer es alegrarnos de que los Luteranos y los Católicos puedan hacer una declaración como esta juntos. Pero debemos recordar que estamos lidiando con una declaración conjunta con palabras elaboradas muy cuidadosamente, palabras que han tenido 500 años de refinamiento. Además, a medida que uno lee cuidadosamente lo que no se dice, y trata de estar muy claro en cuanto a si ésta trata o no los asuntos específicos que han ocasionado la división a través de los siglos, uno descubre que existen razones por las cuales las cosas se han dicho exactamente de la forma en la que están dichas aquí.

P: ¿No podríamos decir simplemente que es sólo por la gracia de Dios que nuestros pecados son perdonados y tenemos la salvación? Ellos son Cristianos. Nosotros somos Cristianos. ¿Cuál es el gran problema?

R: La Reforma ha sido resumida a sostener que nosotros los pecadores somos justificados únicamente por la gracia, tan sólo por la fe sólo en Cristo, y sólo sobre la base de las Escrituras. Y cada una de esas afirmaciones tiene toda una teología conectada a ella.

Los Luteranos y los Católicos Romanos nunca han estado realmente en desacuerdo en cuando a decir que son justificados sólo por la gracia. Pero, ¿cómo consigue usted esa gracia? Y, ¿cómo sabe uno que uno tiene esa gracia? El punto de partida de la Reforma fue el descubrimiento de Lutero de que la gracia de Dios nos viene solamente por la fe - que no hay nada que nosotros tengamos que hacer, ó que podamos hacer, para merecer esa gracia. Así pues, que si usted dice que sólo somos salvo por la gracia solamente pero que también tenemos que hacer algo para obtener esa gracia, o saber con seguridad que la tenemos, eso recorta el significado de la frase, "sólo por la gracia". Ese es precisamente el punto que todavía no está muy claro en la declaración conjunta.

Luego considere la reciente "bula de indicción" (bula de proclamación), que es una carta que el papa Juan Pablo II publicó a finales del año pasado, la cual utiliza un lenguaje que deja muy claro que, al menos en la praxis de la Iglesia Católica Romana, nada ha cambiado mucho desde el tiempo de la Reforma. La bula habla de las indulgencias que ofrecen la remisión del castigo temporal al pecado y que los beneficios de estas indulgencias se aplican a las almas de los difuntos que están en el purgatorio.

P: Seguimos hablando de gracia, pero ¿tiene la palabra "gracia" el mismo significado tanto para los Luteranos como para los Católicos Romanos?

R: Históricamente han existido diferencias. La guía de estudio de la CTCR señala que la declaración conjunta "carece de una clara definición de la palabra 'gracia'. Contenta con usar el término 'justificación por la gracia', el documento no resuelve la clásica cuestión de sí tal gracia es un favor de Dios inmerecido (Luterano) o si es un poder espiritual vertido o 'infundido' en el alma el cual lo capacita a uno para amar a Dios y para merecer la salvación (Católico Romano)."

¿Por qué es que en las secciones de la declaración conjunta que están escritas desde la perspectiva Católica o desde la perspectiva "común" [Luterana-Católica] la frase "sólo por la fe" nunca aparece? Usted encuentra "sólo por gracia" por todas partes. En un documento tan cuidadosamente elaborado, yo no creo que sea por accidente que usted encuentre que la frase "sólo por la fe" no aparezca jamás en estas secciones.

P: Y, ¿por qué no?

R: Porque creo que no se puede hacer que algo en estas palabras "sólo por fe", no esté conforme con en entendimiento Católico Romano de la justificación. Yo creo que decir "sólo por fe" crea un problema para cosas tales como la bula de indicción, las indulgencias, el purgatorio, las oraciones a María y todo el concepto del tesoro de los méritos de los santos.

¿Por qué orar a María? Oremos sólo a Dios, a Jesús. ¿Por qué pasar por eso de las indulgencias si usted es justificado realmente ante Dios por lo que Dios hizo en la cruz? ¿Por qué estamos ofreciendo esta indulgencia cuando, en el mejor de los casos, ésta lo que da es la impresión de que yo estoy haciendo algo para ayudar a conseguir que alguien tenga el buen favor de Dios? Entonces, ¿por qué hacer finalmente todas esas cosas?

Yo no creo que la bula de indicción haya sido emitida por el papa el pasado 29 de noviembre (1998) sin que él estuviera consciente de que se había preparado esta declaración sobre la justificación y que estaban en proceso de ser firmada. Yo no creo que la Iglesia Católica Romana, al emitir esta bula de indicción mientras se preparaba al mismo tiempo la declaración sobre la justificación, tenía la intención de disfrutar del doble discurso.

P: Bueno, está empezando a sonar a doble discurso?

R: Yo no creo que suene a doble discurso cada vez que usted lee muy precisamente lo que realmente se dice en la declaración conjunta - por ejemplo, que las condenaciones mutuas de la era de la Reforma ya no aplican al concepto de la justificación según es presentada en la declaración conjunta. Creo más bien que se está haciendo un mal servicio siempre que se hacen reclamos más allá de lo que puede ser substanciado por la declaración conjunta - tales como que los asuntos debatidos en el tiempo de la Reforma han sido resueltos ahora, o de que los Luteranos y los Católicos Romanos ahora están de acuerdo sobre la doctrina de la justificación.

Y eso sin decir que no se han logrado progresos hacia la resolución del asunto central. Creo que se ha progresado un poco, pero pienso que no lo hemos alcanzado aún.

P: ¿Tiene entonces algún valor real esta declaración conjunta? ¿Vale la pena?

R: Creo que ciertamente hay algo que vale la pena en ella, pero lo que verdaderamente es más importante es que trata sobre el punto central sobre el cual debe hablarse - la justificación. De modo pues, que creo que nosotros en el Sínodo de Missouri no podemos afirmar el pensamiento de las personas que elaboraron la declaración, y este es el asunto más crítico e importante.

Pienso que es igualmente importante reconocer, tal como lo hace, que es posible que aunque nuestras diferencias hayan sido fortalecidas por 500 años de división, puede haber una mejor comprensión de lo que dice o decía la otra parte. Con mucha frecuencia nos sentimos culpables de representar mal o de caricaturizar lo que los demás dicen. Yo creo que a medida que vamos leyendo detenidamente la declaración, uno puede ver que se está haciendo un gran esfuerzo al estar hablando aquí sobre la misma cosa y al mismo tiempo, es decir, preguntar si, "¿estamos realmente en desacuerdo?"

La declaración nunca clama que los Luteranos y los Católicos Romanos estemos ahora en completo acuerdo sobre la doctrina de la justificación, sino que más bien dice que existe un consenso sobre "verdades básicas" de la justificación y sobre la "comprensión fundamental" de la misma. No obstante, ésta también reconoce que existen diferencias que continúan.

P: ¿Qué deben pensar los Luteranos acerca de las diferencias - o ausencia de diferencias - entre su iglesia y la Iglesia Católica Romana?

R: Ellos deben recordar, primero que nada, que a pesar de nuestras diferencias, nosotros tenemos muchos puntos de acuerdo. Tal como lo dijo la CTCR en su guía de estudio, "Todos los Cristianos podemos regocijarnos con la afirmación [de la declaración conjunta], de que la justificación es obra del Dios Trino. El Padre envió a Su Hijo al mundo para salvar a los pecadores. El fundamento y la presuposición de la justificación, es la encarnación, la muerte y resurrección de Cristo. Por ende, justificación significa que Cristo mismo es nuestra justicia, en la cual compartimos por el Espíritu Santo de acuerdo a la voluntad del Padre...."

La guía de estudio también dice: "A pesar de su enseñanza sobre la justificación, la Iglesia Católica Romana tiene muchas bendiciones dignas de notar que también fueron reconocidas por Martín Lutero y C.F.W. Walther, incluyendo el Bautismo; la lectura pública de las Escrituras en el lenguaje común o nativo de la gente; la Absolución en confesión pública y privada; el Sacramento del Altar; ahora frecuentemente administrado bajo las dos especies [el pan y el vino]; el llamado u ordenación al oficio pastoral; la oración; los Salmos; el Credo; los Diez Mandamientos; y muchos himnos excelentes. El comenzar la discusión de la justificación con la Biblia, como lo hizo [la declaración conjunta], es un buen punto para comenzar. Se podrán lograr más progresos sólo mediante discusiones normadas estrictamente por las Santas Escrituras."

Creo que podemos alegrarnos de que estemos ahora sentados y conversando con nuestros hermanos y hermanas en Cristo de la Iglesia Católica Romana, y que estemos hablando sobre los asuntos más críticamente importantes. Lo único que podemos hacer es orar porque el progreso continúe hacia la resolución de los asuntos muy reales que nos han separado.

Nosotros en el Sínodo de Missouri participamos activamente en los diálogos con la Iglesia Católica Romana que contribuyeron con esta declaración, así como también con otros diálogos. En algunas áreas, estas discusiones han revelado más acuerdos con la Iglesia Católica Romana que el que los Católicos tienen con uno de los grandes cuerpos eclesiásticos que apoyan la declaración, como lo es la Iglesia Luterana Evangélica de América (Evangelical Lutheran Church of America - ELCA) con respecto a cosas como si las mujeres deben ser pastoras o no, o si el aborto opcional es un pecado, o si el comportamiento homosexual es o no algo que debe ser condenado como contrario a la voluntad de Dios.

Creo que debemos explicar también lo que significa para nosotros decir "nos han separado". Cuando hablamos de "separación", creo que algunas personas entienden que si no se va a comulgar juntos, no nos podemos reconocer mutuamente como Cristianos. Nosotros jamás hemos dicho eso, porque no lo creemos. Nosotros creemos que en las iglesias se están enseñando doctrinas con las cuales no estamos en hermandad eclesiástica y que si afectan al Evangelio y la confesión del Evangelio. Pero el no estar en hermandad eclesiástica o en comunión plena con otro cuerpo eclesiástico no significa que no veamos a ese grupo como a un cuerpo eclesiástico Cristiano.

Y pues, yo pienso que hemos visto, en la última mitad del siglo, que estamos comenzando a tratar a las iglesias con quienes tenemos desacuerdos como, de hecho lo son, hermanos y hermanas en Cristo con quienes necesitamos resolver nuestros discrepancias - no estoy diciendo que estas divergencias carezcan de importancia y que por lo tanto, sólo podemos ignorarlas, y estar de acuerdo en no estar de acuerdo.

P: ¿Por qué debería toda esta discusión, esta declaración conjunta sobre la cual hemos estado hablando, marcar una diferencia, cualquiera que fuere, para el promedio de los miembros de la iglesia? ¿Por qué querrían ellos siquiera leer este artículo?

R: Ante todo, me parece que la principal esperanza que tenemos como Cristianos Luteranos es que en el momento de la muerte, o cuando nuestros pecados nos acosan, en las fantásticas Buenas Nuevas escuchamos que lo que sucedió en el sufrimiento, muerte y resurrección de Jesucristo hace toda la diferencia en cómo estamos a la vista de Dios.

Esperamos que sea eso lo que está en el corazón, el núcleo y en el centro de la proclamación de todas la iglesias Cristianas. Eso hace la diferencia cada vez que preguntamos, "¿Por qué no vamos juntos con la Iglesia Católica Romana y somos una gran iglesia feliz? ¿Por qué es que no vamos juntos con los Bautistas, o las demás iglesias Cristianas?" Al final, eso tiene que ver con este entendimiento de cómo nos hacemos justos ante Dios, de cómo son perdonados nuestros pecados.

¿Qué hace que esto sea tan importante? Lo que es importante de todo esto es que las Buenas Nuevas son que no tengo que hacer nada para ser justo ante Dios. Mis pecados son perdonados. No tengo que confesarlos una y otra vez. No tengo que pasar toda la noche despierto preocupándome por ellos ó tratando de hacer algo para arreglarlos. Todo esto se ha hecho en Jesucristo!

¿Qué queremos decir con 'justificación'? La Biblia habla de nuestra justificación cada vez que se refiere a la declaración de Dios, o veredicto, de que somos justos y santos ante El por causa de Jesucristo, por la gracia por la fe, y no a cuenta de algo que hayamos hecho.

Esto lo enseñan claramente, por ejemplo, las palabras de San Pablo, cuando escribe que "la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, es para todos los que creen en El. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por Su gracia, mediante la redención que sí es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre…" (Romanos 3:22-25).

Si desea más información Se puede obtener más información en la guía de estudio, preparada por la Comisión sobre Teología y Relaciones con las Iglesias, titulada "Declaración Conjunta sobre la Doctrina de la Justificación en la Perspectiva Confesional Luterana" (en inglés). La guía de estudio incluye un resumen de las evaluaciones hechas a la declaración por los dos seminarios del Sínodo de Missouri, cuestionarios de estudio, el texto completo de las evaluaciones del seminario, y el texto también completo de la declaración misma. A cada congregación de la LCMS se le ha enviado una copia. Aunque no disponemos de más copias impresas adicionales, el texto se puede bajar a través de la World Wide Web en: http://www.lcms.org/ctcr/docs/pdf/justclp/pds.

El Dr. Samuel H. Nafsger es director ejecutivo de la Comisión del Sínodo para la Teología y las Relaciones con las Iglesias. El Rvdo. David L. Mahsman es director ejecutivo de The Lutheran Witness (El Testimonio Luterano).

 

Traducido por María Russo de Lahoud; revisado por Marcos Kempff. Caracas, octubre de 1999

 

 

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